–Pero qué demonios haces?– Le pregunto a mi hijo– Deja ese vaso de alcohol y ese puro.
–No hijo, no puedo, son tus vicios.
–Pero papá–No, ya estoy empezando a hablar como él.
–Lo ves, yo soy el padre y tu el hijo. Anda ve a hacer tu tarea.
Me voy a mi cuarto, odio que me diga que hacer era yo quien le decia que hacer, ahora lo tengo que obedecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Espero que haya sido de tu agrado y por favor deja tu comentario o sugerencia