jueves, 21 de julio de 2016

Dia Del Padre ll


Sofi POV

Es mi turno. Después de haber puesto a mi papá en la cama, es mi oportunidad de tomarme la poción que he comprado para poder celebrar el día del padre.
  Una tienda de antigüedades en el supermercado me llamo mucho la atención y decidí entrar, por sí encontraba algo que comprarle cómo regalo a mi padre, una señora como de unos 80 años me recibe en la puerta y me da una caminata por la tienda. Era incomodo, a todas las tiendas a las que he ido te dejan pasear libremente y ver todo con calma en esta, la viejita me platicaba acerca de las antigüedades que poseía, hasta que llegamos a una estantería llena de esferas de vidrio, todas llenas con un liquido. Se acerco a una de ellas y con unos tubos que saco de la bolsa de su abrigo, los sumergió en un tanque azul y después de haberlo llenado y tapado me los entregó. Me explico que seria un regalo perfecto a mi papá, lo regresaría a tener 8 años y a mi convertiría en un hombre de 30 años, para disfrutar el día del padre.
  Destapo el tubo azul y lo ingiero, el sabor es un poco desagradable, pero te deja un refrescante sabor en la garganta. Todo a mi alrededor comienza a quedarse abajo, corro hacía el espejo para poder ver los cambios que estoy apunto de pasar. No estaba muy segura de querer transformarme en un hombre, pero qué mejor regalo que darle un día de padre e hijo a mi papá. Fue criado por mi abuela porque mi abuelo los dejo por otra, no entiendo que padre es capaz de hacerle algo así a sus hijos, así que la señora aserto en darme esta oportunidad a mi padre.
  En el reflejo me veo mas alta, mis brazos comienzan a expandirse a llenarse de vello, grandes músculos comienzan a brotar y mis bíceps toman una muy buena forma, cómo no hacer unas buenas flexiones para resaltar esos músculos. Mi ropa cambia, mi blusa se vuelve mas grande y se ajusta a mis bíceps tomando un color gris oscuro, mis pantalones negros se hacen grandes y toman un color gris deslavado. Él cambió continua en mi cuerpo y la sensación de músculos adolorido es insoportable, un grito emana de mi garganta y es totalmente diferente, no suena como mi voz, suena distinta. Mis pechos se desinflan y estoy totalmente plana, no pasa ni un segundo cuando se vuelven a inflar pero ahora son cuadrados y duros, el dolor del pecho es fuerte pero soportable. Mi playera se empieza a sentir incomoda por lo ajustada pero es como si estuviera hecha para contener todos estos músculos. Mis piernas tiemblan, sé sacuden, es como si hubieran dejado un caer una bomba en mis pantalones porque de la nada se llenan, con mis manos decido aventurarme para tocar mi pantalón. Un dolor en mi entrepierna no me deja llegar a mis piernas,  siento como sí el mundo se detuviera y todo el dolor existente se uniera para dar su máxima capacidad justo en mi vagina. El dolor es tan insoportable que mis piernas se doblan y hacen que termine en el piso, mi vista se torna borrosa y pasa a ser totalmente oscuro. 

Dios, qué mierda, fue el dolor más insoportable que he sentido. Aún sigo en el piso, sigo hecha un ovillo. Empiezo estirando mi pierna y el dolor sigue ahí pero ya no tan intenso cómo antes. Poco a poco voy estirando cada una de mis extremidades, y cada articulación truena, cada parte de mi se siente diferente. Me pongo de pie, me mareo y pierdo un poco el equilibrio, doy unos pequeños pasos al frente y cada paso me sorprende jamás había hecho tanto ruido con mis pies. 
Estoy en frente del espejo, no puedo creer que en realidad sea un hombre pero no cualquier hombre, soy un hombre con grandes músculos que parece cómo si mi camisa estuviera a punto de partirse en miles de pedazos de tan ajustada que esta a mi cuerpo.

miércoles, 20 de julio de 2016

Día Del Padre

 Perdón por la desaparición, pero mi computadora se lleno de virus y las pocas historias que tenia escritas creí haberlas perdido, pero no fue asi. Esta historia la pensaba publicar el día del padre, como es el nombre de esta, pero un día antes sucedio lo del virus.
Bueno, esta historia esta dividida en tres partes, aquí va la primera parte, mañana publicare la segunda.



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 “Gracias, cariño”
  “De nada, papi”

  Sofi, mi única hija, me levanto temprano con un delicioso desayuno que me llevo a la cama. Hoy es el día del padre y es el único día que puedo pasar entero con mi hija.
  Su mamá y yo nos hemos divorciado hace varios años, llegamos a un acuerdo de con quién se quedaría nuestra hermosa niña, yo solo la puedo tener máximo dos semanas cada tres meses  y casi no la veo por mi trabajo ajetreado. Hoy, tengo un día completo para disfrutarlo con mi hija de 16 años.
  Después de haber terminado el desayuno, Sofi se quedó conmigo en la cama viendo la tv. Se levanto y dijo que iba por otra sorpresa para mi. De verdad que sí la amo, es lo mejor que pudo haber llegado a mi vida, ella cree que es el motivo por el cual nos separamos su madre y yo, pero fue porque ella me había engañado con su jefe.
  Sofi, entra al cuarto con una caja en un envoltorio azul y un moño amarillo.
  “Felicidades, al mejor papá del mundo” me dice mientras lanza confeti y me extiende la cajita azul.
  “Hahaha, gracias hija, no tenias porque comprarme un regalo”.
  “Claro que tenia, papá”.
   Me da un abrazo y un beso en la mejilla “Este regalo cambiara tu vida”.
   No entiendo el porqué ha dicho eso. Sofi, se queda sentada en la orilla de la cama, con las piernas cruzadas. Lleva puesta su pijama de conejito, la que le regale en su cumpleaños pasado. A pesar de tener 16 años Sofi, no es la típica adolescentes que odia pasar el día con sus padre, siempre le gusta salir conmigo y que la trate como una reina.
  Abro la caja rompiendo la envoltura azul y cuando lo destapo no esperaba encontrarme con un bote de vidrio con un liquido entre azul y verde.
  “Qué es esto, hija” 
  “Tú obsequio”
  “Si, es mi regalo pero, pero...” No me deja terminar cuando me interrumpe.
  “Solo bébelo, papi”
  Pone ojos de perrito triste, y claro que no le puedo decir que no a esos hermosos ojos. Sin renegar más le quito el corchó al bote y pongo la boca del cristal sobre mis labios. El liquido al tocar mis papilas gustativas tienes un sabor bastante raro, una combinación entre un café americano con menta, no es un buen sabor. Ingiero todo el pomo y la menta hace que sienta como va pasando por toda mi garganta hasta llegar a mi estómago. El sabor mentolado empieza a expandirse  por todo mi cuerpo y viaja a través de mis venas.
  Siento un gran cosquilleo en mi cuerpo, empiezo a temblar, cada parte de mis músculos se empiezan a entumecer a tal grado que soy incapaz de moverlos. Estoy totalmente inmovilizado, la habitación comienza a hacerse mas grande, mi cama queda a la altura de mi abdomen y mi hija que esta para en frente de mi me ve de arriba hacia abajo. ¿Me he encogido o mi hija ahora es una gigante?
  “Papá, qué bonito te ves”.
   Intento hablar, pero mi boca no se mueve ni produzco algún sonido.
  Es como si de pronto apagaran todas las luces y solo quedara un fondo oscuro.
  Despierto en mi habitación, qué bueno que todo fue un sueño. Doy un salto para salir de la cama, por dios desde cuando la cama es tan alta, muevo mis pies para dirigirme al pasillo.  Capto dé reojo a un niño, me volteo inmediatamente y no puedo creer lo que veo reflejado en el espejo.

viernes, 1 de julio de 2016

Odiando


Cómo puede estar tan feliz? No lo entiendo.
Llevo dos semanas atrapada en el cuerpo de Richard, y ya no lo soporto, es horrible tener todos estos músculos, tener un pene en mi entrepierna y pasar por esas incómodas erecciones que suelen aparecer en el momento menos esperado. El lado bueno es que tengo más fuerza, las personas me tratan mejor aunque aveces intimido. Odió tener que cuidar no chocar con las paredes, mi cuerpo es tan ancho que aún no me acostumbro y mis hombros se la pasan rebotando por todas las paredes. Tener que rasurarme cada tercer día para no parecer un vagabundo, pero digamos que un poco de barba le sienta bien a Richard. 
Richard al parecer siempre a querido ser mujer toda su vida, le gusta andar por todos lados actuando como una mujer, hay veces que coquetea con hombres y eso me pone a dudar sobre las incómodas erecciones que tengo cada vez que veo mi antiguo cuerpo, Richard habrá estado enamorado de mí? 
Por una vez me gustaría experimentar el sexo como un hombre.