Estoy enojado conmigo mismo, llevo años haciendo dieta y jamas he perdido peso.
Voy caminando por un callejón, pensando en mi maldita vida, cuando encuentro un libró es de piel blanca, me hagacho para recojerlo, porque tiene algo que me llama mucho la atención, es pesado y su textura es rigida y gruesa. En la portada tiene letra que no entiendo "Liber somnia". Lo abro, todo esta en latín, no entiendo nada, le doy vueltas a las paginas y nada "no hablo latín". "Como quisiera poder tener el cuerpo que tanto quiero".
Todo empieza a cambiar, ya no estoy en el callejón, ahora estoy en un baño. Me doy cuenta que no llevo playera, tengo el torso desnudo, solo llevo un pantalón deportivo. Hay un espejo, me acerco hacia el espejo para poder ver porque me siento extraño.
–Mierda!– Exclamo sobresaltado, con una voz mas masculina, porque el que esta en el espejo no soy yo "ahora tengo el cuerpo que tanto he deseado". Busco mi celular para tomarle una foto a mi nuevo cuerpo "esto si que se merece una foto, amo este cuerpo jamas lo perdere, nunca".
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