Isla Mutatio Pt. 2

Daniela despierta recostada en una cama muy cómoda, se estira y hace un gruñido. El gruñido que ha hecho la sorprende, suena diferente. Se sienta, le da un pequeño mareo que hace que se recargué en la cabecera en lo que se le pasa.

El televisor que esta enfrente se enciende.

—Buenos días, señorita Velasco. Como podrá ver, su cambio ha sido un éxito.

“¿Qué? ¿Ya cambié?” Baja la vista y en vez de encontrar sus pechos, se encuentra con un torso masculino, muy bien definido. Sube su mano para tocar sus nuevos pectorales cuando ve que su mano es más gruesa y grande como la de un hombre con venas sobre saliendo.

—Señorita o debería llamarlo ahora: Señor

Diana, mueve las cobijas, para ver que solo lleva un speedo rosa con flores azules. Toca su nuevo miembro masculino, siente una corriente eléctrica viajar por todo su cuerpo.

El señor de la TV continúa hablando mientras ella va tocando cada parte de su nuevo cuerpo masculino.

—Estos son su familia ahora— 5 Fotografías se muestran en la pantalla debajo de cada foto esta el nombre de cada uno de  su familia.— Bueno, espero que disfrute sus vacaciones y encuentre a su familia.

Su hermano, Nate, ahora es un hombre obeso de color. Su mama, ahora es un niño con obesidad. Su papa, ahora es un señor obeso, pero este es mas viejo que su hermano. Su hermano, Max, es un muchacho joven con muy buen cuerpo y su abuelo es el de mejor cuerpo y más atractivo.

Daniela, se para y siente otro mareo pero este es por su nueva altura. Se acomoda su pene y comienza a caminar “Qué asco, este pene es demasiado incomodo”. Se dirige a la salida y ve un espejo “Es la hora de la verdad. 1..2..3...” Se queda impactada al ver su cara.

—Retiro...— Se detiene al sentir su voz mas gruesa  salir por su garganta— Lo que dije del abuelo, yo soy la, o ahora, el más atractivo.

Sus pasos son ahora más largos y pesados. Llega a la playa y ahí ve a su mamá jugando en las olas como si fuera un niño de la edad que esta ahora.

—Mamá!— Daniela, la llama para atraer su atención. Evelyn voltea y se le queda viendo confundido, su rostro cambia de inmediato al reconocer al muchacho de la foto que es su hija.

—Daniela, te ves muy bien.—No es la voz que Daniela esperaba oír, es muy aguda.

Corre en dirección a Daniela. Daniela hace cara de disgusto al ver como la panza y senos de su madre se mueven a cada paso. Evelyn abraza a Daniela y su cara le llega al abdomen de su hija.

—Estas muy sexi, hija—Daniela, suelta una risita de vergüenza.

—Me da pena este cuerpo mamá.

—Por qué? No debe darte vergüenza, todos en esta isla tienen diferentes cuerpos, cómo yo, soy un niño gordo y tengo esto— Sacude su panza de arriba a abajo— Y esto no es nada, nos has visto a tu padre y a tu hermano.  Ah hablando del Rey de roma, ahí viene Nate.

Daniela, ve al señor gordo caminar en dirección a dónde están ellas. 

—¿Por qué tienes mejor cuerpo que yo?— Pregunta, con su voz agitada.

—¿Venías corriendo hermanito?— Le pregunta Daniela, mientras le da unas palmadas en su panza.

—No, solo que mi cuerpo no esta para caminar. —Se escucha un gorgoteo—Si me disculpan, esta panza ya tiene hambre.

—Espera, yo voy contigo.— Dice Evelyn—Vienes?

—No gracias, estoy bien. Iré a buscar a papá.

—Ha de estar en la alberca con él abuelo.—Responde Evelyn, y se va caminando en dirección al restaurante con Nate.

Escucha un motor, voltea a ver de donde proviene y esta el muchacho que ahora es su hermano en una moto acuática, lleva un speedo como el de ella solo que negro.

—Ey, Daniela, vienes?—La profunda voz sobresalta a Daniela.

—No, gracias, chango, estoy buscando a papá. Qué bien te has puesto.

—Y tu igual, Dani. Nos vemos al rato.

Arranca en su moto, Dani se ve como se va alejando “Max, es el tipo de novio que me gustaría tener”

 Al llegar a la alberca ve al muchacho guapo, que es su abuelo.

—Daniela, Hola!  —Saluda su abuelo, su voz ahora es muy sexi.

—Hola, abuelo! Que guapo te ves.

—Hija o debería decirte hijo, ese comentario se escucho muy gay.

—Ay abuelo, seguimos siendo los mismos.

Manuel, solo se ríe. Se dan un abrazo y Daniela se siente rara al contacto de sus músculos.

—Hijo, iré a disfrutar de este cuerpo y sus habilidades.— Flexiona sus músculos, y hace una pose de físico culturista.

Manuel, se va corriendo para aventarse un clavado en la alberca.

Daniela se ríe, y sigue caminando. Ya no se acordaba de su pene hasta que le empezó a dar comezón y se lo rasco con naturaleza. “Pero qué mierda, qué estoy haciendo?”

Ve a un señor gordo acomodando su toalla en el camastro, su papá.

—Papá?

—Daniela, que buen cuerpo te toco.

—Gracias— Hace una pose como su abuelo.

—Jajaja, que envidia hija.

—Lo sé.

Se abrazan, los brazos de Daniela no al alcanzan a rodear la la panza de su padre.

—Pero lo bueno es que ahora puedo comer todo lo que quiero y aún así no me lleno, como ahorita vengo del bufete y he encargado una hamburguesa. Has visto a tu madre?

—Si, se fue con Nate a comer..

—Ya no podré disfrutar las noches con tu madre.

—Papá!

—Perdón, pero podré comer todo.