jueves, 2 de julio de 2015

Deseó de Papá

Dónde esta mi papá, me dijo que me iba a estar esperando en el estacionamiento. Me llamo y me dijo que estaba en el centro comercial, que yo solo tenía que salir y él iba a estar allí, tengo más de 10 minutos esperándolo y no llega, creo que tendré que ir a buscar su carro por si entro a comprar algunas cosas y esperarlo allí.
Ya es la tercera llamada que le hago y no contesta, quién se creé para dejarme a mi caminando entre el estacionamiento, bajo este maldito sol que ya me está quemando. Es algunas de las razones que odio el verano, el calor, el sol, amo mostrar mi cuerpo ya que tengo el mejor cuerpo que una adolescente pudiera desear. 
Veo el carro negro de papá, al fin, después de una hora buscándolo, esta un muchacho recargado en el. Al acercarme más al auto puedo ver al chico con su celular en la mano, no esta nada mal, tiene buenos brazos, sus pectorales se pueden ver a través de su playera, dios no hay nada que me guste mas que los hombres con mucho músculo. 

Dios mis pies me están matando, estos tacones Gucci no son para andar caminando por todo el estacionamiento.
—Has visto a mi papi?— Le pregunto al guapísimo chico. Levanta su cara y OMG, esa barba le queda más que perfecta, esta guapísimo.
—A quién?— Me pregunta con una sonrisa de medio lado, mueve un poco sus pectorales, siento que me estoy comenzando a excitar.
Por dios, Gabriela, tu no eres así, control!
—A un señor con traje azul marino, una corbata azul rayada y una camisa blanca— Me acuerdo perfectamente como salió mi papi de la casa— ah y unos zapatos negros estilo italiano.
—Ahh! El señor Waldorf?
—Si, el es mi padre.
—Si, salió y me dio sus llaves.
—Qué haces tu con sus llaves, el nunca haría eso. 
—Querida Gab, soy yo, tu padre.
—Tu no eres mi padre...— La única persona que me dice así es él.
Se acerca a mi y extiende sus brazos para darme un abrazo.
—Aléjate, pervertido —Me hago para atrás y le pego con mi bolso— Cómo supiste que el me llama así?
—Por qué soy yo, bebe. Encontré esta aplicación en mi teléfono,  que puede hacer una copia idéntica de la persona a la que le tomes foto.
—Si es cierto que eres tú, dime cuál es el destino del bebé caracol?— Esa historia se la inventó mi padre.
—Llegar a su casa y recostarse en su cama mientras mamá caracol le lee un cuento.
—Papá, en verdad eres tu! Pero cómo?
—Ya te dije, con esta aplicación, ven quieres probarla, ya fotografié algunos chicos.
—No tomaste de mujeres?
—Si, también intente pero ni funciona con mujeres, solo cambia a cuerpos de hombres.
Me pasa su celular, la aplicación esta abierta en la parte de arriba dice: Swapping 7.0. Buscó un hombre bien y ahí esta el chico que me sonrió el otro día. Lo seleccionó y nada pasa.
—No funciona, papi.
—Ah, es que se me olvido este paso.
Me quita el celular y me toma una foto, hace algunas cosas en él y entonces me dice:
—Escogiste a mi mejor chico. 
Escuché un click y mi ropa comenzó a cambiar, sentía como cada músculo crecía, se podía escuchar el crujir de mis huesos al ir creciendo de estatura.

—Pap...— Me detengo al oír mi voz muy profunda y como sentí vibra mi cuerpo al hablar.— Papá, oye mi nueva voz
Doy saltitos de felicidad
—Deberías actuar más como un hombre, querida.
—Esta bien— Dejo de brincar después de haber sentido como mi nuevo pene chocaba con mis piernas— Oye papi, sus cosita de ahí abajo...
—Qué tiene?
—Siempre se mueve por si solo?
—Si.
Me lleva a comprar un frappé, en mi nuevo cuerpo.
Comenzamos a caminar, puedo sentir como mi pene se movía a cada paso que daba. Lo toco para acomodarlo y que no se mueva tanto. Wuak, lo acabo de tocar y aparte era algo que detesto de los hombres que se estén tocando ahí, pero creo que ahora los comprendo.
De regreso al auto, una chica me sonrió yo le devolví, inconscientemente, una sonrisa de medio lado. Pero qué demonios, es algo típico de los chicos y ahora yo lo estoy haciendo.
—Bueno, Gab, te gusta el cambió?
—Si, papi, pero creó que estoy empezando a actuar  como un hombre.
—Ah, eso es algo común, cariño. Es por la testosterona en tu nuevo cuerpo, yo también lo he sentido en mis pensamientos de joven adulto cuando me cambie.
Dice que es normal, pero ahora tengo ganas de ver deportes.
Mi papá, maneja hasta staples center, hoy juegan los Lakers contra Miami Hit. Como rayos sé eso. 
En el camino a nuestros asientos de primera fila, ya que mi papá es promotor del equipo. Tuvimos una conversación que me pareció que no era yo quien estaba hablando, hablamos sobre quién era mejor y por qué. 
Disfrute mi primer partido como nunca, me sentí realmente un hombre amante del basketball.
Llegando a casa, mi papa me dice:
—Siempre quise un hijo, y ahora hasta somos hermanos!

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